"Tenis de Mesa Universitario en Tiempos Complejos”

 

Especialización en Gestión de la Educación Superior

Acreditada CONEAU res. 26/24; validación nacional res. 2367/20  

TIF 

"Tenis de Mesa Universitario en Tiempos Complejos”

Sistematización de Experiencias en el Marco de la FEDUA (2019-2025)

Autor: Mario Valentín Mamonde

Email: mvmamonde@fahce.unlp.edu.ar

Tutor: Javier Orlandoni

Email: javierorlandoni@yahoo.com.ar 

PUEF-Fahce-UNLP



Resumen


El presente trabajo analiza la trayectoria reciente del espacio de Tenis de Mesa de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en el marco de las políticas deportivas universitarias en Argentina. En primer lugar, se destaca el momento inaugural del espacio, correspondiente al bienio 2018-2019, período en el que se institucionaliza la práctica del tenis de mesa como actividad deportiva regular dentro del ámbito universitario, promoviendo la inclusión, la participación estudiantil y la representación en torneos regionales (UNLP, 2019).

 En segundo lugar, se identifica un momento crítico durante los años 2020-2021, signado por la emergencia sanitaria derivada de la pandemia por COVID-19, que provocó la interrupción de los entrenamientos presenciales, el desmembramiento parcial del equipo y una profunda afectación en la continuidad del proyecto deportivo (Ministerio de Salud de la Nación Argentina, 2021).

En tercer lugar, se recupera la implementación de la Ley Nacional 27.613 sobre Doble Carrera, sancionada en 2021 y reglamentada en 2022, que establece un marco normativo para articular el deporte con la educación superior, promoviendo políticas de permanencia y rendimiento académico para estudiantes deportistas (Congreso de la Nación Argentina, 2021; FEDUA, 2022).

Finalmente, se describe el momento crítico vivido entre 2023 y 2025 a raíz de la anulación presupuestaria de los Juegos Universitarios Argentinos (JUAr), lo cual impactó negativamente en las condiciones de competencia, la visibilidad del deporte universitario y las oportunidades de desarrollo de atletas de alto rendimiento en el ámbito público (Secretaría de Deportes de la Nación, 2024). Estos momentos permiten una lectura procesual de las tensiones, logros y desafíos que enfrenta el tenis de mesa universitario como expresión de las políticas públicas en educación y deporte en Argentina.

  

Introducción

En los últimos años, el deporte universitario argentino ha atravesado una serie de transformaciones profundas, marcadas tanto por avances normativos como por retrocesos presupuestarios. En este contexto, el presente trabajo se interroga por el impacto del desfinanciamiento de los Juegos Universitarios Argentinos (JUAr) en el desarrollo del tenis de mesa universitario, con especial atención al caso de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El recorte progresivo del presupuesto destinado a los JUAr entre 2023 y 2025 (Secretaría de Deportes de la Nación, 2024) significó una pérdida concreta de oportunidades de competencia, visibilización y construcción de trayectorias deportivas para las y los estudiantes atletas. Frente a este escenario crítico, se vuelve necesario examinar el papel que jugó la Ley de Doble Carrera (LDC) —Ley Nacional 27.613— como política alternativa orientada a sostener el binomio educación-deporte en la educación superior (Congreso de la Nación Argentina, 2021; FEDUA, 2022).

La presente investigación se propone tres objetivos específicos que orientan el análisis. En primer lugar, documentar el proceso de adaptación del espacio de tenis de mesa en la UNLP frente al contexto de recortes y redefiniciones institucionales. Este proceso incluyó estrategias pedagógicas, organizativas y comunitarias que buscaron sostener la práctica deportiva más allá de las condiciones materiales adversas. En segundo lugar, se busca evaluar la implementación de la LDC por parte de la Federación del Deporte Universitario Argentino (FEDUA) como red de contención para las y los estudiantes deportistas, analizando sus alcances reales y sus límites en un contexto de desigualdad estructural. Finalmente, se propone analizar las desigualdades generadas por la asimetría en el acceso a recursos entre universidades que han incorporado programas de Doble Carrera de manera efectiva y aquellas que no cuentan con estos dispositivos, lo cual reproduce brechas en las condiciones de formación académica y deportiva a nivel nacional.

Este trabajo se inscribe en el campo de los estudios sobre políticas públicas, educación superior y deporte, y busca contribuir a una comprensión crítica sobre las tensiones entre derechos, financiamiento estatal y equidad territorial en la práctica del deporte universitario en Argentina.

 

Marco teórico: los “momentos” como dispositivos analíticos en el campo de las políticas públicas deportivas universitarias

 

Nuestro trabajo se inscribe en una lectura foucaultiana de las políticas públicas, entendiendo que estas no deben ser abordadas como expresiones homogéneas de la voluntad estatal, sino como dispositivos atravesados por relaciones de saber-poder, luchas institucionales y condiciones históricas específicas de posibilidad. En este sentido, se retoma el concepto de momento, tal como es analizado por Edgardo Castro (2004) en su Vocabulario de Michel Foucault, para construir una lectura genealógica de las transformaciones que atravesó el deporte universitario en Argentina entre 2018 y 2025, y particularmente el caso del tenis de mesa en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

El “momento”, en la obra de Foucault, no debe ser entendido como un simple corte cronológico ni como una unidad lineal de tiempo, sino como una configuración específica de fuerzas, en la que se redefinen las condiciones de posibilidad de los discursos y las prácticas (Castro, 2004, p. 318). Cada momento, por tanto, es una coyuntura productiva, un espacio de emergencia y transformación de los saberes, los cuerpos y las normas. Desde esta perspectiva, se analizan cuatro momentos clave en la política deportiva universitaria reciente: la institucionalización del tenis de mesa en la UNLP (2018-2019), la disrupción pandémica (2020-2021), la implementación de la Ley de Doble Carrera (2022) y el recorte presupuestario de los Juegos Universitarios Argentinos (JUAr) (2023-2025).

En términos de políticas públicas, uno de los principales marcos regulatorios a considerar es la Ley 27.613 de “Doble Carrera”, sancionada en 2021 y reglamentada en 2022. Esta ley reconoce derechos fundamentales de los/as estudiantes deportistas, entre ellos la flexibilidad académica, el acceso a becas específicas y el reconocimiento institucional de la práctica deportiva como parte del recorrido formativo (Congreso de la Nación Argentina, 2021). Sin embargo, informes de la Federación del Deporte Universitario Argentino (FEDUA, 2023) advierten una implementación altamente dispar entre universidades, lo que genera nuevas desigualdades entre instituciones con programas activos y aquellas que carecen de dispositivos de sostenimiento. Esta asimetría constituye un momento clave de análisis: lejos de garantizar un derecho homogéneo, la LDC evidencia los límites estructurales del sistema universitario argentino en su capacidad de traducir políticas nacionales en prácticas efectivas.

A esta tensión se suma el recorte presupuestario a los Juegos Universitarios Argentinos (JUAr) entre 2023 y 2025, con una reducción oficial del 70% en las partidas asignadas al deporte universitario (Ministerio de Educación de la Nación, 2023). Este recorte tuvo impactos diferenciados según la disciplina, privilegiando aquellas con mayor visibilidad mediática (como el fútbol) y afectando profundamente a deportes considerados “minoritarios”, como el tenis de mesa. Aquí, el momento se configura como una crisis de visibilidad, reconocimiento y acceso, que obliga a los actores universitarios a redefinir sus estrategias de participación, continuidad y sostenibilidad.

En este escenario, emergen dos modelos contrapuestos de gestión universitaria en tiempos de crisis. Por un lado, universidades que apuestan a esquemas de autogestión deportiva, con redes de voluntariado, asociaciones estudiantiles y articulaciones con clubes de la comunidad. Por otro, aquellas que dependen casi exclusivamente del financiamiento estatal, quedando expuestas a los vaivenes presupuestarios y sin capacidad de respuesta organizativa. Esta disyuntiva no solo plantea interrogantes sobre la sustentabilidad del deporte universitario, sino que evidencia cómo, en cada momento, se disputa la gubernamentalidad del cuerpo estudiantil-deportista, en términos foucaultianos (Foucault, 2006).

Así, el marco teórico propuesto combina la noción de momento foucaultiano con un enfoque crítico sobre las políticas públicas deportivas, proponiendo una lectura situada de las condiciones de emergencia, articulación y transformación del tenis de mesa universitario como práctica atravesada por relaciones de poder, normativas institucionales y desigualdades estructurales.

Momento inaugural del espacio de Tenis de Mesa UNLP 2018-2019

El bienio 2018–2019 marcó un hito en el desarrollo del tenis de mesa universitario en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), al consolidarse su institucionalización como actividad deportiva regular dentro del ámbito académico. Este momento fundacional puede ser caracterizado como una configuración específica de apertura y expansión, donde convergieron el impulso estudiantil, la disponibilidad de infraestructura mínima y la voluntad política de reconocimiento por parte de las autoridades universitarias (UNLP, 2019). Lejos de limitarse a una práctica recreativa, la consolidación del espacio respondió a una lógica inclusiva, que promovió la participación activa de estudiantes de diversas carreras y favoreció la representación de la universidad en torneos regionales y nacionales.

Previo a su incorporación formal al calendario universitario, la práctica del tenis de mesa se desarrollaba en espacios comunitarios como el Club Claridad de La Plata, donde se gestó una experiencia de base barrial con estudiantes del Profesorado Universitario en Educación Física (PUEF-UNLP). Este proceso se articuló con el sistema de competencias nacional gestionado por la plataforma TMT (Tenis de Mesa para Todos), permitiendo a estudiantes de sectores populares participar activamente en competencias oficiales con recursos mínimos y sin subsidios institucionales.

Cabe destacar que este desarrollo autogestivo se produjo en un contexto adverso para los clubes de barrio, cuya sostenibilidad ya se encontraba comprometida debido al aumento sostenido de tarifas de servicios públicos —particularmente de electricidad— durante el período gubernamental de Mauricio Macri (2015–2019). Dichos incrementos, resultado de la quita de subsidios estatales, impactaron fuertemente en las organizaciones deportivas comunitarias, dificultando su operación cotidiana y profundizando las desigualdades en el acceso al deporte (Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, 2020).

Este momento inaugural puede leerse, en términos foucaultianos, como un “momento de emergencia”: una coyuntura en la que ciertas prácticas periféricas logran visibilizarse y reconfigurar su lugar en el entramado institucional (Foucault, 2006; Castro, 2004). Así, el tenis de mesa dejó de ser una actividad marginal para integrarse a la vida universitaria, articulando inclusión, derecho al deporte y sentido de pertenencia. Esta transformación también se tradujo en una formalización curricular, con la incorporación del seminario optativo “Del ping pong recreativo al tenis de mesa olímpico”, aprobado en la oferta formativa del PUEF-UNLP y ofrecido regularmente a través del campus de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (PUEF-UNLP, 2023).Ademas se participó de los JUAr 2019 en Sede Regional Mar del Plata obteniendo un honroso 2do Puesto.

Momento crítico por la Pandemia de Covid19

La irrupción de la pandemia de Covid-19 en 2020 constituyó un punto de inflexión abrupto para el desarrollo del tenis de mesa universitario en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), marcando lo que podría denominarse —en términos foucaultianos— una crisis de gubernamentalidad. El aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO), impuesto como respuesta sanitaria, desactivó la presencialidad en todas las actividades deportivas universitarias, afectando profundamente a disciplinas como el tenis de mesa, cuya organización todavía era incipiente y dependía de la continuidad institucional para sostenerse (Ministerio de Salud de la Nación, 2021).

Desde una perspectiva crítica, este escenario puede analizarse como la instauración de un dispositivo de excepción, tal como se expone en Sopa de Wuhan (VV.AA., 2020), donde diferentes autores —como Agamben, Žižek y Han— reflexionan sobre la reorganización de la vida social en torno al control sanitario. En particular, se evidencia cómo el cierre de espacios físicos, la suspensión de rutinas colectivas y la reconfiguración del tiempo institucional (universitario y deportivo) operaron como mecanismos biopolíticos de gestión de la población, priorizando la protección de la vida, pero profundizando, al mismo tiempo, desigualdades preexistentes. El tenis de mesa, como disciplina minoritaria, fue uno de los sectores más vulnerables en este esquema, al carecer de estructuras federadas o apoyo específico por parte de la gestión universitaria.

Desde los desarrollos conceptuales de Foucault (2006), ampliados por Castro (2004), puede decirse que este momento no solo puso en suspenso los dispositivos tradicionales de control y subjetivación (como los calendarios deportivos y las instancias presenciales de competencia), sino que también expuso las zonas de fragilidad del entramado institucional. Sin torneos, sin entrenamientos presenciales y sin políticas universitarias de sostenimiento, se produjo una desconexión significativa entre los sujetos practicantes, debilitando el sentido de comunidad que se había empezado a construir en el bienio anterior.

En este contexto de crisis, Sopa de Wuhan permite pensar cómo la pandemia no solo interrumpió la normalidad, sino que visibilizó los bordes de lo excluido: aquello que solo tenía lugar mientras no perturbaba la maquinaria institucional. Así, la práctica del tenis de mesa en la UNLP —sin instalaciones propias, sin representación federativa consolidada, y sin inclusión plena en las estructuras de la Dirección de Deportes— quedó en estado de suspensión forzada, sostenida únicamente por la memoria colectiva, los vínculos horizontales y ciertas prácticas autogestionadas en entornos virtuales. En el caso de Tenis de Mesa UNLP sólo se sostuvo la formación de estudiantes del PUEF a través del Campus de la Fahce en 2020 y 2021.

Momento crítico: recorte presupuestario a los JUAr (2023–2025)

El periodo 2023–2025 constituye un momento crítico para el sistema del deporte universitario argentino, especialmente tras la anulación presupuestaria casi total de los Juegos Universitarios Argentinos (JUAr). De acuerdo con datos oficiales del Ministerio de Educación, las partidas asignadas al deporte universitario se redujeron en más de un 70% entre 2022 y 2024, afectando particularmente a disciplinas consideradas "menores" o con baja visibilidad mediática, como el tenis de mesa (Ministerio de Educación, 2023). Esta situación pone en evidencia las asimetrías estructurales dentro del deporte universitario, ya que las universidades con infraestructura consolidada y programas activos de Doble Carrera lograron sostener mínimamente sus representaciones, mientras que otras quedaron directamente excluidas del calendario competitivo.

Desde una lectura foucaultiana, este contexto puede ser pensado como un momento de “reversibilidad del poder” (Foucault, 2006), en el que los avances institucionales alcanzados en momentos anteriores entran en disputa y se ven amenazados por lógicas de gubernamentalidad neoliberal, centradas en la desresponsabilización estatal y el incentivo a formas de autogestión precaria. Como advierte Castro (2004), la emergencia de estos momentos también evidencia los límites del proceso de institucionalización cuando no se logra inscribir de manera estable en las prácticas normativas del sistema. En este sentido, la fragilidad de los logros previos se pone de manifiesto frente a la falta de continuidad presupuestaria y la ausencia de políticas federales activas.

En este marco, el tenis de mesa universitario de la UNLP enfrenta una doble vulnerabilidad: por un lado, el recorte de los JUAr elimina el principal espacio de visibilización y competencia formal; por otro, la implementación aún parcial de la Ley de Doble Carrera no logra compensar el vacío estructural generado por el retiro del Estado Nacional. Sin embargo, este retroceso presupuestario también ha generado nuevas redes de cooperación y formas de resistencia, a través de encuentros interuniversitarios autogestionados, que intentan sostener los vínculos construidos en años anteriores, aunque bajo condiciones mucho más precarias.

 

Momento de Resistencia año 2025

 “Allí donde hay poder, hay resistencia, y sin embargo, o mejor dicho, por ello mismo, ésta nunca está en una posición de exterioridad respecto del poder.”
Michel Foucault, Historia de la sexualidad I: La voluntad de saber (1976)

Entrevista al Director de Deportes de la UNLP – Caso Viaje a los JUC Córdoba 2025


Entrevistador: Buen día, Javier. En primer lugar, desde ya quiero agradecer enormemente tu tiempo y felicitarte a vos y a todo tu equipo por la destacadísima participación de la UNLP en Córdoba 2025. Llevar 250 atletas es un logro monumental para el deporte universitario argentino.

Director de Deportes (Javier): Muchas gracias. En nombre de toda la Universidad Nacional de La Plata, te agradezco el reconocimiento. Esta edición de los Juegos Universitarios Cordobeses fue un enorme desafío, pero también una muestra de lo que puede lograrse cuando hay planificación, trabajo en equipo y compromiso institucional.

II. Estrategia y Planificación Previa: La Arquitectura de la resistencia deportiva

Entrevistador: ¿Cuáles fueron los objetivos estratégicos de la UNLP para esta edición de los JUC, más allá de los resultados deportivos?
Javier: Nuestros objetivos iban mucho más allá del medallero. Buscamos fortalecer la cohesión institucional, promoviendo que cada facultad se sintiera parte del proyecto deportivo de la UNLP; fomentar la vida universitaria saludable, instalando la idea de que el deporte es un derecho; y contribuir a la retención y bienestar estudiantil, ayudando a que los y las estudiantes encuentren en el deporte un espacio de pertenencia, motivación y equilibrio con la vida académica.

Entrevistador: ¿Cómo se inserta la participación en los JUC dentro de la política deportiva general de la UNLP?
Javier: Los Juegos Universitarios Cordobeses se enmarcan en una política integral de deporte universitario que venimos consolidando desde hace años. La UNLP entiende el deporte como una herramienta formativa, de salud y de inclusión. Nuestra participación no se reduce a competir, sino a representar un modelo de universidad pública que educa también desde la práctica deportiva.

Entrevistador: ¿Podrías describir el proceso interno para la selección de los 250 atletas?
Javier: Fue un proceso con criterios mixtos. Consideramos el rendimiento deportivo, la participación en campeonatos internos y las ligas universitarias, y el compromiso académico. Queríamos representar no sólo el talento deportivo, sino también los valores de esfuerzo y responsabilidad que identifican a la UNLP.

Entrevistador: ¿Y cómo se organizó la preparación deportiva de tantas disciplinas?
Javier: La planificación se dividió en dos niveles: un plan general de acondicionamiento físico y seguimiento médico coordinado desde la Dirección de Deportes, y la preparación específica a cargo de cada cuerpo técnico. Además, realizamos concentraciones y jornadas interdisciplinarias de preparación con kinesiólogos, nutricionistas y psicólogos del área de Bienestar Universitario.

Entrevistador: La logística de 250 personas representa un desafío presupuestario enorme. ¿Cómo se financió el proyecto?
Javier: Implementamos un modelo de financiamiento mixto, combinando recursos de la UNLP con aportes de las facultades y gestiones conjuntas con FEDUA, que nos ayudó a conseguir apoyos institucionales y acuerdos con proveedores. El transporte y alojamiento fueron cubiertos por la Universidad, la indumentaria con apoyo del área de Comunicación Institucional y empresas locales, y los viáticos se distribuyeron equitativamente. Lo esencial fue que ningún estudiante quedara afuera por razones económicas.

III. Logística y Gestión Operativa: Movilizando para resistir.

Entrevistador: ¿Cómo se estructuró el equipo de gestión que acompañó a la delegación?
Javier: La estructura fue tripartita: una coordinación general desde la Dirección de Deportes, delegados por disciplina, y un staff médico y de comunicación. La coordinación fue clave: logramos un flujo de información constante y eficiente.

Entrevistador: ¿Qué herramientas usaron para mantener una comunicación fluida?
Javier: Combinamos grupos de WhatsApp segmentados por disciplina, un grupo central de coordinación y una plataforma compartida en Google Drive con itinerarios, listados y horarios. Además, se actualizaban resultados y novedades en redes institucionales de la UNLP.

Entrevistador: Gestionar transporte, alojamiento y alimentación de 250 personas es complejo. ¿Cuáles fueron los mayores desafíos?
Javier: El principal desafío fue la coordinación de traslados y acreditaciones. Lo resolvimos planificando el viaje en etapas y asignando responsables por grupo. En Córdoba, el trabajo articulado con FEDUA y el comité organizador local fue fundamental para resolver imprevistos y garantizar buenas condiciones de alojamiento y alimentación. La clave fue anticipar, comunicar y acompañar.

IV. Experiencia Integral y Análisis Post-Juegos

Entrevistador: Más allá de los resultados, ¿cuál es tu evaluación general del rendimiento deportivo y humano de la delegación?
Javier: Fue una experiencia extraordinaria. Los resultados fueron excelentes, pero lo más valioso fue el sentido de pertenencia y compromiso que se generó. Se cumplieron las metas deportivas, pero también se fortaleció la comunidad universitaria.

Entrevistador: ¿Cómo evaluás el rol de FEDUA y la relación con otras universidades?
Javier: FEDUA tuvo un rol fundamental en la organización y contención de las delegaciones. En cuanto a las otras universidades, hubo una competencia saludable, aunque persisten asimetrías de recursos que debemos trabajar para lograr un sistema verdaderamente federal.

V. Lecciones Aprendidas y Legado

Entrevistador: ¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaron durante la gestión y cómo lo resolvieron?
Javier: Uno de los momentos más desafiantes se dio al inicio de los Juegos, cuando surgieron problemas en el fixture de algunos deportes y en la instalación de las delegaciones. Pudimos resolverlo rápidamente gracias a la articulación con la Universidad de Educación Física Cordobesa, que colaboró para reorganizar las competencias, y con la Facultad de Turismo, que cedió generosamente sus aulas como espacios de alojamiento. Además, destaco la magnífica logística para garantizar la alimentación diaria de todos y todas las deportistas, algo que marcó la diferencia en términos de bienestar y rendimiento.

Entrevistador: ¿Qué buenas prácticas o modelos de gestión podría compartir la UNLP con otras universidades?
Javier: La clave está en tres conceptos: planificación anticipada, articulación interinstitucional y gestión transparente. Trabajamos con objetivos claros y compartiendo responsabilidades con las facultades, orientando todo al bienestar estudiantil. Es un modelo replicable y adaptable.

Entrevistador: ¿Y qué legado deja esta participación masiva para la UNLP?
Javier: Este viaje marcó un antes y un después. Consolidó al deporte como parte integral de la formación universitaria. La UNLP volvió con medallas, sí, pero sobre todo con una comunidad más fuerte y una convicción profunda: el deporte universitario es educación pública en movimiento.

Entrevistador: Gracias, Javier, por tu tiempo y por compartir esta experiencia.
Javier: Gracias a ustedes. Ojalá que este tipo de espacios nos ayuden a seguir fortaleciendo la gestión del deporte universitario en todo el país.

 A modo de cierre parcial

La experiencia vivida por la delegación de la Universidad Nacional de La Plata en los Juegos Universitarios Cordobeses 2025 puede leerse como un acontecimiento de resistencia en el sentido foucaultiano. En un escenario nacional donde las políticas neoliberales buscan reducir los presupuestos destinados a la educación pública y al deporte universitario, la decisión de sostener la presencia institucional en estos juegos se convierte en un acto político y pedagógico.

No se trata solo de participar en una competencia deportiva, sino de afirmar la potencia de lo común frente a la lógica del rendimiento y la eficiencia que impone el mercado. La organización colectiva, la solidaridad entre universidades, la cooperación para resolver dificultades logísticas y el compromiso de cada integrante con el proyecto público de la educación superior encarnan modos concretos de resistir.

Siguiendo a Foucault, la resistencia no se opone desde afuera al poder, sino que lo atraviesa, lo subvierte y lo reconfigura desde sus intersticios. En este sentido, el viaje de la UNLP a los JUC 2025 no fue únicamente un desplazamiento geográfico, sino también un desplazamiento político y ético: una afirmación de que el deporte universitario continúa siendo un espacio donde el cuerpo, la palabra y la acción colectiva se articulan como prácticas de libertad.

 


Entrevista en Profundidad: Experiencia Politizada de Tenistas de Mesa UNLP – JUC Córdoba 2025

Entrevistador: Buen día, Maury y Tomy. Muchas gracias por su tiempo y por representar a la UNLP en los Juegos Universitarios Córdoba 2025. Su experiencia es clave para reflexionar sobre el deporte universitario argentino.

Maury: Buen día. Para mí fue mucho más que competir: fue un acto de resistencia. Con la suspensión de los Juegos Universitarios Nacionales, sentir que podíamos viajar y representar a la UNLP fue reafirmar que el deporte universitario no desaparece por decisiones políticas o recortes presupuestarios.

Tomy: Exacto. Para mí, como periodista crítico, esta experiencia fue también un acto de visibilización: mostrar que la universidad pública sigue sosteniendo espacios deportivos y que el esfuerzo de los estudiantes merece reconocimiento.


II. Experiencia Deportiva y Competitiva

Entrevistador: ¿Cómo fue su proceso de preparación específico para estos Juegos?

Maury: Lo abordamos con seriedad, entrenando en la UNLP tres veces por semana, pero con la conciencia de que representábamos algo más que nuestra disciplina. Cada golpe, cada partido, era un gesto de afirmación frente al abandono de los Juegos Nacionales. Sentí que el entrenamiento no era solo físico, sino también político.

Tomy: Para mí fue similar. Seguí entrenando y participando en torneos locales, pero con la mirada puesta en hacer visible el deporte universitario. Cada partido era una oportunidad de comunicar que la universidad pública sigue generando experiencias formativas, incluso cuando hay desfinanciamiento.

Entrevistador: ¿Contaron con apoyo de la universidad?

Maury: Sí, y eso fue fundamental. No solo acceso a instalaciones y entrenador, sino también respaldo institucional para que nuestro acto de resistencia se concretara en condiciones dignas.

Tomy: También la logística y el financiamiento fueron clave. La universidad cubrió todo, y eso nos permitió concentrarnos en competir y visibilizar nuestro deporte sin distracciones.

Entrevistador: ¿Cómo vivieron la competencia y el nivel general?

Maury: Fue exigente. Logré el 7° puesto en singles y Tomy el 8°, además del bronce en duplas y por universidades. Pero para mí, lo más valioso fue que cada punto representaba un acto de resistencia: demostrar que los estudiantes seguimos activos y comprometidos con el deporte universitario.

Tomy: Coincido. La competencia también fue una plataforma para visibilizar al tenis de mesa y, más ampliamente, la diversidad de disciplinas universitarias. Era un mensaje: “aquí estamos, y merecemos ser vistos y valorados”.

Entrevistador: ¿Qué opinan de las instalaciones y el sistema de competencia?

Maury: Adecuados, aunque cada detalle de organización es una oportunidad para reforzar la profesionalidad y la visibilidad del deporte. Los árbitros y el formato fueron justos, lo que permitió que el gesto de resistencia se manifestara de manera clara y respetuosa.

Tomy: Sí, y destacar la transparencia y claridad del torneo es también parte de visibilizar un sistema deportivo universitario que funciona incluso cuando los Juegos Nacionales están suspendidos.


III. Aspectos Logísticos y Organizativos

Entrevistador: ¿Cómo fue la inscripción, comunicación y llegada al evento?

Maury: Todo estuvo bien organizado, pero al mismo tiempo nos daba conciencia de que sin el apoyo activo de la UNLP y FEDUA, esto no sería posible. Cada acreditación, cada detalle logístico, era parte del acto de resistencia colectiva.

Tomy: Para mí, era un ejemplo de cómo la universidad puede sostener espacios de formación integral y de visibilización pública del deporte, incluso frente a la reducción de apoyos nacionales.

Entrevistador: ¿Cómo describen alojamiento y alimentación?

Maury: Dormimos en aulas cedidas por la Facultad de Turismo. Raro al principio, pero funcional. Cada comida y cada descanso fueron esenciales para mantenernos fuertes y visibles en la competencia.

Tomy: Sí, la logística alimentaria demuestra que un buen sistema universitario sigue existiendo cuando hay voluntad institucional. Es una forma de mostrar que el deporte universitario puede y debe sostenerse.

Entrevistador: Transporte y conectividad…

Maury: Eficientes y puntuales. Nos permitió estar concentrados en la competencia y comunicados con la universidad.

Tomy: Fundamental para mantener la visibilidad y la comunicación con nuestras familias y con la comunidad universitaria.


IV. Experiencia Psicosocial y de Vida Universitaria

Entrevistador: ¿Cómo describen el ambiente general de los Juegos?

Maury: Muy solidario. Sentí que había un sentido de comunidad universitaria extendida: estudiantes y atletas unidos para resistir la falta de Juegos Nacionales.

Tomy: La camaradería y la visibilidad del tenis de mesa me hicieron reflexionar sobre la importancia de que todos los deportes universitarios sean valorados y difundidos. No solo es competir, es comunicar la relevancia de nuestra formación.

Entrevistador: ¿Cómo equilibraron competencia y obligaciones académicas?

Maury: Tuve que ajustar algunas tareas, pero la flexibilidad universitaria permitió que el acto de resistencia no afectara mis estudios.

Tomy: Yo ya estaba graduado, pero participé activamente apoyando a los estudiantes y documentando la experiencia, un gesto también de resistencia y visibilización.


V. Evaluación General y Propuestas de Mejora

Entrevistador: Tres palabras para resumir su experiencia.

Maury: Resistencia, pertenencia, orgullo.

Tomy: Visibilidad, compromiso, comunidad.

Entrevistador: ¿Lo mejor y lo más desafiante?

Maury: Lo mejor: poder representar a la UNLP y luchar simbólicamente por el deporte universitario; lo más desafiante: mantener la concentración sabiendo que cada partido tenía un valor simbólico adicional.

Tomy: Lo mejor: participar en un acto colectivo que visibiliza al deporte universitario; lo más difícil: coordinar esfuerzos para que ese mensaje llegue y sea comprendido por todos.

Entrevistador: Recomendaciones para futuros Juegos, específicamente tenis de mesa.

Maury: Más espacios de calentamiento y visibilidad de los resultados. Que cada deporte tenga su espacio para destacar.

Tomy: Coordinar horarios, mejorar cobertura mediática interna y externa, y reforzar la comunicación de que la universidad pública sostiene un proyecto de deporte integral frente a la ausencia de juegos nacionales.


VI. Cierre

Entrevistador: Gracias por compartir su experiencia y perspectiva crítica.

Maury: Gracias a ustedes. Esta experiencia reafirma que el deporte universitario sigue vivo y activo, más allá de las decisiones políticas.

Tomy: Totalmente. Ojalá que estas reflexiones ayuden a que el deporte universitario sea más visible, valorado y sostenido en el futuro.

 

Conclusiones generales

 

  El deporte universitario como espacio de resistencia frente a la desfinanciación

  1. Las entrevistas muestran que tanto la gestión institucional como la participación de los deportistas se constituyen como actos de resistencia frente a las políticas neoliberales que recortan el presupuesto del deporte universitario. Javier describe la organización de la delegación como un esfuerzo colectivo para sostener la presencia de la UNLP en los Juegos, mientras Maury enfatiza que competir en Córdoba representó un acto simbólico de afirmación frente a la suspensión de los Juegos Nacionales.

    Según Foucault: “Allí donde hay poder, hay resistencia, y sin embargo, esta nunca está en una posición de exterioridad respecto del poder” (Foucault, 1976). La acción de la UNLP y de sus deportistas ejemplifica esta resistencia inserta dentro del propio entramado de poder institucional.

  2. La resistencia se manifiesta tanto en la gestión como en la participación individual
    Javier subraya la planificación estratégica, la logística y la coordinación del contingente de 250 atletas, mostrando cómo la universidad ejerce poder institucional sobre recursos y organización. Simultáneamente, Maury y Tomy muestran cómo los estudiantes ejercen una resistencia desde la práctica deportiva y la visibilidad, convirtiendo cada partido en un acto de afirmación política y simbólica.

    Foucault (2006) sostiene que “el poder se ejerce desde innumerables puntos y mediante relaciones múltiples, y en cada punto surge la posibilidad de resistencias”. En este sentido, la resistencia de los jugadores complementa y atraviesa la acción institucional.

  3. El deporte como herramienta de subjetivación y construcción de comunidad
    Las entrevistas revelan que la participación en los JUC no solo fortalece habilidades deportivas, sino que también genera experiencias de cohesión, identidad universitaria y formación de sujetos críticos. Tomy interpreta su rol como periodista crítico, destacando la importancia de visibilizar el deporte universitario, mientras Maury enfatiza la solidaridad y la pertenencia como estudiantes-atletas.

    En términos foucaultianos, la práctica deportiva puede entenderse como un espacio de subjetivación donde los individuos negocian normas, jerarquías y disciplina, al mismo tiempo que ejercen formas de resistencia (Foucault, 2008).

  4. La gestión institucional como un acto de resistencia estratégica
    La planificación de Javier, que incluyó coordinación con la Universidad de Educación Física Cordobesa, resolución de problemas de fixture y la logística de alojamiento y alimentación, demuestra que la universidad puede ejercer poder de manera positiva para sostener espacios de formación y competencia. Este ejercicio de poder es una forma de resistencia institucional frente a la erosión de la política pública de deportes universitarios.

    Foucault señala que “la resistencia no es un fenómeno exterior al poder, sino que surge en su seno y mediante él” (Foucault, 1976). La UNLP evidencia esta máxima en su gestión estratégica del contingente.

  5. La visibilidad y comunicación como formas de resistencia simbólica
    Tomy resalta que la cobertura y documentación de la experiencia, así como la participación activa en competencias menos masivas, constituyen estrategias de resistencia simbólica: hacer presente y reconocido el valor del deporte universitario frente a la invisibilización mediática y política.

    Según Foucault, la resistencia también se manifiesta a través de prácticas discursivas y simbólicas que cuestionan la distribución de poder y legitiman nuevas formas de acción (Foucault, 2006).

  6. El legado del JUC 2025 como modelo de prácticas de resistencia institucional y estudiantil
    La articulación entre gestión universitaria, deportistas y federación demuestra que es posible sostener experiencias deportivas masivas, inclusivas y formativas aun en contextos de ajuste presupuestario. Este modelo deja lecciones sobre cómo la acción colectiva y el compromiso individual pueden generar efectos de resistencia y fortalecimiento de la universidad pública.

    La resistencia, en este sentido, no es solo negativa o reactiva, sino productiva: genera espacios de autonomía, visibilidad y construcción comunitaria (Foucault, 2008).

Referencias (APA 7)

Castro, E. (2004). Vocabulario de Michel Foucault: Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores. Buenos Aires: Prometeo Libros.

Foucault, M. (1976). Historia de la sexualidad I: La voluntad de saber. México: Siglo XXI Editores.

Foucault, M. (2006). Seguridad, territorio, población: Curso en el Collège de France (1977–1978). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Foucault, M. (2008). El gobierno de sí y de los otros: Curso en el Collège de France (1982–1983). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. (2020). Informe sobre clubes de barrio y tarifas de servicios públicos 2015–2019. Buenos Aires: Gobierno de la Nación Argentina.

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Comentarios

  1. Interesante y muy gratificante profe, la verdad que la época de pandemia nos atravesó mucho, excelente Posteo!

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